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Arquitecto: Zwei Estudio Creativo
- Área: 522 m²
- Año: 2011
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Fotógrafo:Javier Granda
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Una pareja joven y una parcela privilegiada en pleno núcleo rural marcan los puntos de partida de este proyecto.El inicio pasa por un análisis complejo del entorno, empezando por el afectado directamente por la normativa urbanística y avanzando posteriormente hacia el entorno circundante, del que se valoran ciertas singularidades. Este análisis hace que se replanteen las limitaciones existentes en la normativa vigente, de carácter conservador y que condiciona totalmente la forma final de la vivienda. Por eso, una primera decisión de proyecto fue ‘poner en cuarentena’ diversas consideraciones de la normativa que no parecían tener en cuenta el lugar. Más bien sus restricciones parecían dar paso a un ‘no lugar’, formulando respuestas basadas en el pasado para el entorno presente que, al tiempo, se vuelve vacío y falto de la identidad, una identidad que, sin embargo, sí se reconoce en el entorno próximo no edificado.
A este punto de partida se unen diversas consideraciones a las que el propio lugar va dando respuesta: orientaciones, relaciones con el entorno próximo a través de la vinculación de espacios, la relación con el entorno más alejado, integrando aportaciones paisajísticas proporcionadas por el valle mediante su inclusión como reflejos en fachada,... Con una sencilla composición de rotundos volúmenes, de llenos y vacíos, de transparencias y paños ciegos, de secuencias y ritmos de fachada, de reflejos y contrastes,... la vivienda va respondiendo sensiblemente al emplazamiento con una identidad y personalidad propia y acorde al lugar al que pertenece.
Paralelamente, la necesidad de ser sostenible y eficiente energéticamente se desmarca como otro de los puntos fuertes del proyecto, tratando ir un paso por delante de la normativa. A pesar de desechar la seriación, prefabricación o industrialización, recursos eficientes tanto económica como energéticamente hablando, por imposiciones normativas del lugar, se consiguen maximizar los recursos proporcionados por el entorno próximo y por el propio diseño de los espacios. La línea de desarrollo principal para la vivienda considera un proyecto que optimiza los recursos bioclimáticos/pasivos y que es capaz de articularse con claridad en la trama existente, organizando formalmente la edificación en volúmenes que agrupan funciones atendiendo a su uso.
Madera, piedra en taco, muros de gran inercia térmica, aprovechamiento del efecto invernadero, reinterpretación del muro “trombre”, ... son algunos de los conceptos con que trabaja el proyecto para desarrollar su sostenibilidad de manera pasiva de forma que la vivienda, a través de su diseño final, tenga capacidad de regulación térmica, siendo capaz de acumular calor en invierno y disiparlo en verano a través de la utilización de distintos recursos y sistemas de acondicionamiento pasivo, debiendo llegar al confort térmico consumiendo el mínimo de energía posible. Como respuesta energética activa se opta por utilizar una energía renovable cubriendo el 100% de la demanda energética para ACS, calefacción y refrigeración, frente a los estándares mínimos impuestos por la normativa vigente.